Debemos repasar los conceptos claves de la fisiopatología del sueño de esta manera se hace más fácil entender las manifestaciones y el tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño. El sueño es la acción de dormir, está compuesto por dos estados diferentes uno REM o paradójico (Movimiento rápido de los ojos) y NoREM, clasificados así por criterios fisiológicos medidos mediante estudios de Polisomnografía (PSG), entre otros.
El sueño está regulado fisiológicamente por el ritmo circadiano, la progresión del sueño desde estadios NoREM a REM se conoce como el ciclo de sueño, y se repiten varias veces durante el periodo de sueño total. La naturaleza reparadora del sueño está en función de su duración y continuidad, su patrón de ciclo al igual que la distribución normal de los estadios.
El primer periodo de sueño tipo REM ocurre aproximadamente a los 90 minutos de haber comenzado y dura solo unos pocos minutos y se repite cada 90 minutos, a medida que pasa la noche la duración de sueño REM aumenta, estadio en el que la actividad neurológica es muy similar a la del paciente despierto, con la diferencia que existe una parálisis de todos los músculos esqueléticos y su nombre deriva del patrón característico de oscilación rápida de los movimientos oculares. La ausencia de tono muscular incrementa el riesgo de colapso de la vía aérea, presentando apneas más frecuentes y desaturaciones de oxígeno más profundas.
El sueño comienza con el estado NoREM, y predomina en el sueño de los adultos, 75 a 80%, está asociado a menos actividad neurológica y respiratoria, el tono muscular de la vía aérea está deprimido pero presente, contribuyendo al colapso y aumento de la resistencia. Se divide en tres estadios, el primero, es el más ligero 10 al 20%, podemos considerarlo como un estado de transición de vigilia a sueño, esta prolongado en pacientes con apneas obstructivas. El segundo estadio, es considerado como el sueño verdadero, comprende el 30 al 40% del tiempo total de sueño. Los anteriores son superficiales mientras que el tercer y cuarto, estadios profundos constituyen menos el 10% del sueño del adulto y la calidad refrescante y satisfactoria del sueño es propia de estos.
La eficiencia del sueño (sueño total/tiempo en cama x 100 %) es afectada negativamente por la edad, el insomnio y condiciones que afecten el sueño natural, por ejemplo cuando se duerme la primera noche en un ambiente extraño, como en un laboratorio de sueño, predominan estadios superficiales y el tiempo despierto, esto se denomina “efecto de la primera noche”. El lapso de tiempo que tarda empezar a dormir se le llama tiempo de latencia (LS) y esta reducido típicamente en pacientes somnolientos. El tiempo que toma establecer el sueño REM, es la latencia REM, y puede reducirse en narcolepsia, estados de ansiedad y depresivos, con el uso de algunos medicamentos y finalmente como consecuencia de la fragmentación del sueño como ocurre en el SAOS. El alertamiento, es un despertar transitorio y abrupto o el cambio entre un estadio más profundo a uno superficial, pueden ser espontáneos, producirse como resultado de un evento apnéicos o por estímulos externos como el ruido entre otros. Los alertamientos son responsables de la fragmentación del sueño normal y resultan en un aumento de proporción de estadios superficiales y por ende alteración de la arquitectura del ciclo del sueño.
El lapso de tiempo que tarda empezar a dormir se le llama tiempo de latencia (LS) y esta reducido típicamente en pacientes somnolientos.